Díez años sin el 10.. el recuerdo de Lautaro Sosa Rous

⚽ Fútbol

Lautaro Sosa Rous, siempre en el recuerdo de sus amigos y familires

Hoy, a diez años de aquel amanecer que nos partió el corazón, recordamos a Lautaro Diego Sosa Rous. El “10” de Obreros de San Isidro, la promesa de nuestro fútbol chacarero, dejó este mundo demasiado pronto, pero su legado vive y respira entre nosotros.

Lauti no era solo un jugador: era un hijo del barrio San Isidro, un hermano, un amigo, un estudiante con sueños enormes. A sus 19 años estudiaba kinesiología en la Universidad Nacional de La Rioja. Al mismo tiempo, defendía con orgullo los colores azul y rojo de Obreros, el club de sus raíces, de su familia: su abuelo Pedro Sosa fue presidente de la comisión directiva.

También representó a la Liga Chacarera en distintos seleccionados juveniles (Sub-15, Sub-17), y su nombre ya resonaba como una promesa para el fútbol de Catamarca.

La madrugada del 24 de noviembre de 2015 todo cambió. Ese día, San Isidro lloró. Todo el fútbol chacarero lloró. En su sepelio, en Pozo El Mistol, se reunió una multitud: compañeros de equipo, jóvenes de la liga, dirigentes, vecinos. Las lágrimas se mezclaron con el dolor, con la incredulidad, con el silencio de quienes habían perdido algo irremplazable.

No se quedó su recuerdo en el olvido. Meses más tarde, en un partido de inferiores, La Carrera y Obreros de San Isidro se unieron para homenajearlo en el “Primo A. Prevedello” y en las gradas se alzaron banderas con frases como “Lauti x Siempre”. Más aún: el Departamento de Fútbol Infantil de la Liga Chacarera decidió que su torneo lleve su nombre, un gesto para que su memoria siga viva en cada chico que corre tras una pelota.

Y en el club que lo vio nacer como futbolista, Obreros de San Isidro, no lo han olvidado. En marzo de este año, el equipo femenino le entregó una bandera a don “Pepe” Sosa, su abuelo, reafirmando que Lauti “estuvo, está y estará siempre presente en el corazón de Obreros”.

Hoy lo recordamos no con tristeza resignada, sino con nostalgia viva, con recuerdo prendido como un faro. Lauti encarnó lo mejor de nuestra identidad chacarera: humildad, compromiso, pasión. Era un pibe de barrio, con las espaldas aún muy jóvenes, pero con un corazón gigante.

A diez años de su partida, queremos decirte, Lauti: gracias. Gracias por habernos enseñado que amar los colores del club es algo más que jugar: es pertenecer, es dejar una huella. En cada entrenamiento, en cada partido, en cada tarde de liga, te sentimos. En cada gambeta imaginada, en cada gol soñado, vos volvés.

Y aunque ya no estés, tu legado inspira. Los chicos que se ponen la camiseta de Obreros miran al cielo y saben que tienen contigo un compañero eterno. El “10” de San Isidro descansa, pero su espíritu corre libre: por las ce­las de la cancha, por los pasillos del club, por el abrazo de los que te extrañamos.

Te recordamos, Lauti, siempre. Para siempre.

Claudio Nicolás Aragón

Pasión Chacarera Deportes

Comentarios