La Federación Catamarqueña de Fútbol, entre los estatutos y las irregularidades

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En las últimas semanas, la Federación Catamarqueña de Fútbol (FCF) volvió a quedar en el centro de la polémica por una serie de maniobras administrativas que, a simple vista, entran en contradicción con su propio estatuto y generan serias dudas sobre la legalidad del proceso de convocatoria a Asamblea Extraordinaria.

Fechas que no cierran
Una de las principales irregularidades se encuentra en los tiempos del llamado a Asamblea. A través de una nota fechada el 2 de julio de 2025 y firmada por el presidente Gustavo Eduardo Marcial, se solicitó a un medio local, la publicación del llamado a Asamblea para el 8 de julio, es decir, con apenas seis días de anticipación.

El estatuto vigente de la FCF es claro: la convocatoria a Asamblea debe ser publicada con un mínimo de 15 días de antelación. Esta omisión no solo representa una falta formal, sino que compromete la legitimidad del encuentro, ya que acorta los tiempos de notificación y preparación para las ligas afiliadas.

Además, según el mismo estatuto, el plazo para convocar a Asamblea es entre el 15 de marzo y 15 de abril de cada año. En este caso, el llamado se realizó más de dos meses después, incumpliendo un requisito fundamental para el funcionamiento institucional.

¿Doble vara?
Lo más llamativo del caso es que, durante la gestión anterior al frente de la Federación, el propio Gustavo Marcial denunció ante IGPJ a Lucas Cisternas por haber demorado el llamado a Asamblea. En aquella oportunidad, la demora fue de apenas una semana. Hoy, como presidente, Marcial incurre en la misma falta que entonces criticó, pero con una demora aún mayor.

Este tipo de conductas instala una sensación de doble estándar dentro de la estructura federativa: se exige con dureza cuando se está en la vereda de enfrente, pero se relativiza cuando se tiene la responsabilidad de gobernar.

Una sede que no corresponde
Otra irregularidad detectada tiene que ver con el lugar de la Asamblea. Según el artículo 2 del estatuto de la FCF, el domicilio legal de la Federación se encuentra en el departamento Valle Viejo, más precisamente en la jurisdicción de la Liga Chacarera de Fútbol. Sin embargo, en el documento difundido, se especifica que la Asamblea se llevará a cabo en la sede de la Liga Catamarqueña, lo cual va en contra de lo establecido.

Más allá de la logística o conveniencia, modificar unilateralmente el lugar sin una modificación previa del estatuto o justificación formal, puede implicar la nulidad del acto, y suma una irregularidad más a una gestión que ya viene siendo fuertemente cuestionada por dirigentes de distintas ligas.

¿Y ahora qué?
La situación expone un conflicto que va más allá de los papeles: pone en jaque la institucionalidad del fútbol federado en Catamarca. Cuando una conducción no respeta sus propias reglas, no solo se pierde credibilidad, sino que también se pone en riesgo la transparencia de las decisiones que afectan a decenas de clubes y cientos de jugadores en toda la provincia.

Desde Pasión Chacarera Deportes, creemos que es urgente que la Federación aclare estos puntos de forma oficial, rinda cuentas y respete el marco normativo. En caso contrario, no sería extraño que alguna liga o dirigente eleve el reclamo ante Personas Jurídicas, al Consejo Federal o a la Asociación del Fútbol Argentino (AFA), para que se revise la legalidad del proceso y se tomen medidas si corresponde.

El fútbol catamarqueño merece una conducción seria, transparente y responsable. Y sobre todo, merece respeto.


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