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Informa: Gisel Modas "Ropa Femenina", Av. Pte. Castillo 960, VV.
Desde el 15 de agosto al 5 de septiembre 1971 se celebró en México el primer mundial de seleccionados femeninos del que participó la Argentina. Se lo conoce como “el mundial invisible” debido a que se realizó por fuera de la órbita de la FIFA, a pesar de la sorprendente cantidad de entradas vendidas y la notable participación de reconocidas marcas del mundo.
El torneo contó con seis equipos, y se realizó bajo el patrocinio del Martini & Rossi, una de las marcas de bebidas mas famosas de Italia. La final, disputada entre el país anfitrión y Dinamarca contó con mas de 110.000 espectadores en vivo.
Para Argentina, fue histórico y difícil. Para poder asistir, las jugadoras costearon todos los gastos de logística. Se realizaron ventas y ahorros comunitarios, el equipo no tenía indumentaria solventada por la AFA ni patrocinadores, por lo que tuvieron que manufacturar sus primeras camisetas. Asistieron al evento sin director técnico ni equipo médico, no tenían botines ni ropa de repuesto.
A pesar de las dificultades, el plantel conocido como “Las Pioneras”,compuesto por Ofelia Feito, María Ponce, Susana Lopreito, María Fiorelli, Marta Soler, Angélica Cardozo, Zunilda Troncoso , María Cáceres, Virginia Andrade, Betty García, Blanca Bruccoli, Elba Selva y Eva Lembessi, Andrada, Virginia Cataneo, Zulma Gómez y Teresa Suárez logró un triunfo memorable frente al seleccionado inglés.
“Les dimos un baile terrible, jugamos como los dioses. Ganamos 4 a 1 con cuatro goles de Elba Selva. Perdimos a Angélica Cardozo, que salió lesionada, eso sí. Terminó con un yeso en la pierna. Ese día el dueño del hotel donde parábamos nos regaló un día entero de excursión en Cuernavaca. A mí me llegaron muy poco. Fue un placer”, recuerda Marta Soler en una entrevista con Página 12.
El legado
El 2019 será recordado como el año de la victoria para el fútbol protagonizado por mujeres. Después de años de luchar en las sombras, se logró la profesionalización de la práctica a través de la cual cientos de jugadoras podrán acceder a los derechos que les fueron negados por décadas y el último puntapié para que los seleccionados femeninos vigentes y venideros cuenten con el apoyo social colectivo para disputar los torneos.
El camino iniciado por “Las Pioneras” comenzó a dar frutos acompañado de una ola feminista imparable en la Argentina, que tendrá por delante nuevos desafíos y mayores conquistas.
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